La pera Bosc tiene una forma alargada y cónica, con un cuello largo y estrecho. Su piel es de color marrón dorado o bronce, con una textura ligeramente rugosa. La pulpa de la pera Bosc es firme, densa y crujiente. Su sabor puede variar desde ligeramente dulce hasta un ligero toque de acidez, dependiendo de su madurez. Disponible durante el otoño y el invierno en el hemisferio del norte. Su textura suave y mantecosa, gracias a estas caracteristicas se mantiene en buena calidad para la concervación.